miércoles, febrero 08, 2006

6 - 1

Después de regresar de Basilea, tuve que preparar una presentación para el trabajo que hacía el martes. Estuve trabajando todo el domingo y el lunes hasta las tantas, pero al final salió bien, así que genial.
El fin de semana no hice mucho. La gente estaba de exámenes y no salió. El viernes fui a Falaises donde jugamos un par de partidas al Risk, y el s
ábado me quede en casita descansando que nunca viene mal.
Lo más reseñable de estos días han sido los partidos del Zaragoza, sobre todo el del Madrid, cómo disfruté, je,je. Ese día había fiesta Erasmus en un pub que está justo al lado de donde vemos el fútbol y yo dije que sólo salía si ganábamos por cinco goles.
Indudablemente yo no pensaba que eso pudiera suceder, pero como realmente ocurrió pues hubo que salir a celebrar la victoria.




sábado, enero 28, 2006

España - Francia

Y allí estábamos nosotros, en el St. Jakobshalle de Basilea, dispuestos a animar a la selección. En la entrada sólo había franceses y alemanes (Basilea está a 10 km de Francia y de Alemania).En la entrada quedamos un momento con mi compañera de piso, Laura, y su novio que también iban a ver el partido aunque su sitio estaba en el otro lado del pabellón. Entramos, en ese momento empezaba el Alemania - Eslovaquia y era espectacular el número de alemanes (de 5000 personas que caben en el pabellón, más de 4000 eran alemanes). ¡¡Cómo les gusta el balonmano!! Allí estuvimos viendo cómo gritaban "Deutchland" y hacían la ola cuando ya estaba finiquitado el partido, ola a la que nos apuntamos nosotros. Buscábamos españoles pero no veíamos a muchos, sólo a un grupito al fondo con banderas asturianas y españolas. En los tiempos muertos y descansos, mostrábamos nuestra bandera(no había bandera más grande en todo el pabellón), era del ayuntamiento de un pueblo de Granada y me la habían dejado para la ocasión.
El partido de Alemania acabó y ya estaban España y Francia calentando cuando una mujer se nos acercó y nos dijó que como estábamos pocos españoles, estaba hablando con la organización para ver si nos dejaban ponernos todos juntos en un fondo. La mujer dio la vuelta entera al pabellón buscando a todos los españoles y consiguió juntarnos a la mayoría detrás de una portería. Se veía peor, pero el ambiente estaba mucho más animado. Allí nos juntamos unos 30 españoles más los de las banderas asturianas que tenían pintada la cara con la bandera española(que eran como los que animaban a la selección en el mundial de Corea porque hablaban en alemán y su vocabulario en español era bastante limitado). El partido empezó y el repaso que le estábamos dando a Francia era espectacular. Al descanso íbamos ganando por 8 goles. A los franceses, aunque estaban muchos más, no se les escuchaba nada, sólo a nosotros con los canticos típicos (¡España, España!, ¡oé,oé,oé!, ¡A por ellos!). Al final, se acercaron un poco pero nuestra victoria no peligro en ningún momento. Cuando acabó el partido, se acercaron los de TVE a grabarnos, nos grabaron 3 veces, y una de esas tomas la mostraron en el telediario de la noche. Eufóricos salimos del pabellón y cansadísimos regresamos a Lausana. Pincha aquí si quieres ver un 7 metros transformado por la selección.

Viaje a Basilea

El viernes, después de trabajar, partí junto con Álvaro, Pablo hacia Basilea donde nos esperaba el campeonato de Europa de balonmano. En Berna, descubrimos por primera vez un tren suizo que no llegó a su hora, bueno no llegó. Estábamos esperando al tren en la vía cuando dicen algo por megafonía en alemán y la gente se puso a correr como locos. Nosotros alucinando hasta que al final descubrimos lo que pasaba. Total, que al final cogimos el siguiente tren y llegamos al albergue justos para hacer el "check-in". En el albergue nos encontramos un grupo de alemanes que nos llevaron a un pub irlandés. Allí estuvimos un rato para acabar después en una discoteca situada en una carpa. Nos lo pasamos muy bien. La lástima fue el esguince que se hizo Álvaro cuando un suizo le salto encima.
El sábado por la mañana hicimos visita turística a Basilea con los incovenientes de haber dormido 4 horas y el tobillo del pobre Álvaro. La ciudad me gusto bastante, aunque no es una ciudad turística. Paseamos por las orillas del Rhin y luego por el centro, por la catedral y la "MarktPlatz". Allí comimos y ya nos fuimos al pabellón a ver el balonmano.

jueves, enero 26, 2006

¡¡¡Ese Zaragoza!!!

¡¡¡Ese Zaragoza!!! Como me lo pasé viendo los 4 goles al Barsa. Lo que disfruté viendo como le metíamos 3 goles en 5 minutos al "new Dream Team", ja,ja.
El fin de semana no fui a ningún sitio. El sábado, unos cuantos se fueron a hacer raquetas en una excursión a la que no pude apuntarme, y los restantes se fueron a esquiar. Yo acabé muy cansado la semana y no me apeteció ir a esquiar. Por la noche, fui a la residencia de Falaises a jugar al Risk, pero la cosa se fue animando y acabamos saliendo por ahí a las 2 de la mañana. Estuvimos en un bar unos cuantos españoles y un alemán, uno de esos casos de extranjeros con mente española. Cuál sería nuestra sorpresa cuando vimos que para salir se había puesto una camiseta de España.
El resto de las semanas nada más, excepto un par de cumpleaños, los de Álvaro y Rafa, con sus correspondientes invitaciones.

domingo, enero 15, 2006

Fiesta en D! y esquí en Crans Montana

El lunes me reencontré con el trabajo y la verdad es que esta primera semana viné con muchas ganas y avancé bastante con el proyecto. La gente iba regresando poco a poco.
El jueves
fui a ver al Madrid con Juanfran, Luis, Jaime y Sergi con un futbolín en el descanso, que se prolongó algo más debido a lo "entretenido" que estaba el fútbol.
En la EPFL nos habían regalado entradas para una sesión en una discoteca
llamada D! el viernes por la noche. Quedé con Luis en Les Brasseurs y luego nos reunimos todos dentro de la discoteca. Nos lo pasamos bastante bien, aunque la música nos acabó rayando un poco. A las 3 se cansaron y se fueron a coger el pijama bus. Cuando prácticamente estaba en la puerta de mi casa, me encontré con Laura y Ana que me dijeron que no volvían a casa, sino que bajaban a un pub llamado Bleu Lezard, así que me dejé secuestrar y me fui con ellas. Allí estaban Pedro más algunos amigos de ellos. Total, que al final llegué a casa a las 6 de la mañana.

El sábado no salí ya que me iba a esquiar con los de la residencia de Falaises a Crans Montana, una estación de esquí de las "pijas" de Suiza, cerca de Italia, con 140 km de pistas. Fuimos doce, por un lado los profesionales, y por el otro Luis (que era su tercer día como esquiador) y yo (que llevaba siete años sin esquiar, y tampoco era Alberto Tomba antes). Me pasé todo el día esquiando con Luis que aunque está aprendiendo es un kamikaze y se lanza sin ningún tipo de miedo. Luego, claro, hay que esquivarlo. Estuvimos la mayor parte del tiempo en unas pistas azules aunque para comer bajamos al pueblo por varias pistas rojas. La verdad es que no pensaba acordarme tanto de esquiar. Acabamos reventados y para colmo cogimos un atasco a 40 km de Lausana (yo creía que sólo había atascos en España). Llegué a casa y a descansar que el día siguiente era día de "escuela".

domingo, enero 08, 2006

Vuelta a Suiza

Después de Nochevieja, los días se pasaron súper rápidos sin tiempo para nada. Enseguida, llegó el día 3 y a preparar todo para volver el día siguiente. Como me iba a perder el día de Reyes, Sara, sus padres y hermana vinieron a mi casa e hicimos noche alternativa de reyes. Comimos una fondue de carne con el correspondiente roscón y luego llegaron los Reyes. Montones de regalos chulos para todos (los míos: la colonia HUGO BOSS, unos dardos, un jersey, una camiseta y por supuesto lo más necesario para Suiza, beaucoup d'argent), fue entonces cuando me puse el termómetro y 38,5º de fiebre. Así que rápidamente a cambiar el billete y meterme en la cama. Estuve dos días enteros en ella, sin poder hacer mucho más. El día de Reyes me levanté y algún regalito que otro me habían dejado de nuevo (el libro de El Zorro, un pijama, más dinerito y una pelota anti-stress). Por la noche, vinieron mis primos e hicimos de nuevo una fondue de carne; a mi pesar ya que no pude comer, pero a la de después de chocolate, no me pude resistir. El sábado ya estaba recuperado y a preparar otra vez todo para la vuelta. El domingo con bastante pena, a las 12 de la mañana, cogí el autobús de camino a Barcelona y comienzo del regreso a Lausana.
Cuando llegué por la noche, me estaban esperando Ana y Laura con los regalos que los reyes les habían dejado para mí en Suiza (unos guantes y un forro para esquiar, un tazón de cereales con los colores de la bandera suiza y, por supuesto, una bolsa de patatas fritas). Y el día siguiente después de las vacaciones, se acabó lo bueno y, de nuevo, a trabajar.

viernes, diciembre 23, 2005

Regreso por Navidad

Y por fin, regresé a casa por Navidad. Después de mirar con envidia como todo el mundo iba volviendo, y algunos seguíamos todavía por aquí, llegó el día de la vuelta a casa. En el aeropuerto de Ginebra, me encontré con Javi, el chico de Barcelona que había venido a mi piso, así que el viaje en el avión fue mucho más ameno. Nos hizo un día espléndido y pudimos sacar unas fotos espectaculares de los Alpes.
Estas dos últimas semanas fueron bastante tranquilas, sin muchas novedades. El martes 13 fue el cumpleaños de Pedro y fuimos a cenar a un restaurante español. Mucha gente se fue antes del fin de semana y los pocos que quedaban se fueron a un week-end de esquí que prepara una asociación de estudiantes. Yo no me pudé apuntar porque me quedé sin plazas y además no tenía ningún carnet que me acreditara. Además, Laura, Ana y todo su grupo se fueron a Zermatt a pasar el fin de semana para celebrar el cumpleños de Pedro, así que por primera vez en mucho tiempo, tuve un fin de semana con mucho tiempo libre. Sólo quedé el sábado un momento con Mar y con unos amigos que habían venido a verla. El martes me invitaron a la cena de empresa, a una fondue de queso (¡¡¡qué fondue!!!) en Chateau de St. Denis, un pueblo por aquí cerca y ya, nada más reseñable hasta el día de vuelta.

domingo, diciembre 11, 2005

Viaje a Ginebra

El domingo fuimos a Ginebra antes de que mis padres cogieran el avión de vuelta para España. Ginebra nos gustó también mucho. Es una ciudad totalmente diferente a Berna. No es la ciudad medieval que es Berna pero es una ciudad moderna muy cuidada. La pena es que hacía viento y el Jet d'Eau, un chorro de agua que alcanza 140 metros no estaba enchufado. Cuando llegamos nos fuimos hacia el casco antiguo de la ciudad donde (qué casualidad) se celebraba l'Escalade, una fiesta protestante donde se recuerda la victoria sobre las tropas de Saboya. Allí tenían una misa y cuando salían de ella, había gente tocando tambores con los trajes de los soldados de la época, además de una persona disfrazada de Calvino.
Mis padres
se tuvieron que ir y nos quedamos Sara y yo a pasar el resto del día y ver el resto de Ginebra. Dimos una vuelta por los alrededores del lago y la desembocadura del Ródano donde se encuentra una estatua de Rousseau. Ya nos metimos hacia dentro de la ciudad, pasamos por el teatro, la universidad, la casa de Calvino, y subimos a las torres de la catedral. Se nos hizo la hora de la comida y comimos, en un puesto en la calle, una fondue de queso con vino caliente. Ya por la tarde, nos recorrimos las orillas del lago que nos faltaban y ya fuimos a la zona donde se encuentran los edificios de las organizaciones (sede Europea de la ONU, sede de la Cruz Roja, de la OMS, OMT, de la ITU, etc. ) La verdad es que fue una mala elección porque siendo un domingo no había nadie por los alrededores y los edificios no eran muy bonitos (ya sabéis funcionales). Regresamos a Lausana y ya triste porque Sara se fue el lunes por la mañana y de nuevo me quedaba sólo por aquí.

sábado, diciembre 10, 2005

Viaje a Berna

El sábado fuimos con mis padres a Berna. Es una ciudad chulísima, en plan medieval. Su casco antiguo está metido entre un meandro del río Aare. Hay muchísimo ambiente por las calles, los tranvías son chulísimos, el parlamento suizo es una pasada, como la torre del reloj donde cada hora aparecen unos muñecos que se mueven (no los llegamos a ver porque estábamos mirando por el otro lado del reloj). Tiene la catedral protestante, aunque no es ninguna maravilla (la catedral suiza más bonita es la de Lausana), numerosísimas fuentes con el agua helada (no me extraña con el frío que hace) y, por supuesto, los osos (que son de verdad) que es el símbolo de la ciudad. Comimos en un restaurante italiano porque con los carteles en alemán, si no a saber lo que te estás comiendo. Por la tarde, queríamos haber ido a Friburgo, pero como a las 4 ya es de noche, para no ver nada mejor nos volvimos a Lausana y dimos una vuelta por el centro para irnos pronto a descansar que después de dormir 4 horas, nuestro cuerpo lo necesitaba, ya que el día siguiente íbamos a Ginebra.

viernes, diciembre 09, 2005

II Fiesta en Falaises

Pues llegó la nueva semana, y a trabajar de nuevo. Sara venía conmigo y se quedaba en la biblioteca estudiando. Así que me acompañaba en la comida donde comíamos con el resto de la gente. Después de comer nos vamos siempre a tomar algo a una cafetería al estilo Smallville donde la gente se toma un café, té o chocosat (cola cao y por encima nata con cacao). Yo me suelo apuntar a esto último, je, je. Luego algunos tenemos que seguir trabajando. El miércoles nos pasamos por la fiesta Erasmus (aquí son los miércoles), aunque la verdad no estaba muy animada, y enseguida nos volvimos porque teníamos que madrugar.
Mis padres llegaron el jueves. Se alojaron en el Chateau de Ouchy, un castillo al lado del lago con unas vistas espectaculares.
El viernes fueron a ver Montreaux y Sion, y después preparamos una raclette en casa para que la probaran. Ellos bajaron al hotel, y nosotros nos acercamos a la residencia de Falaises donde había una fiesta. Allí estaban, entre otros, Juanfran, Luis, Javi con 4 amigos venidos de Zaragoza, Jaime y Mar, pues son de esa residencia, más Álvaro, Pablo y Rafa. Estuvo divertida (las fotos así lo acreditan), aunque había problemillas con la música que no sonoba mucho, pero cuando empezaba a animarse sobre las 3 y 30 nos tuvimos que volver para casa porque madrugamos ya que nos teníamos que levantar a las 9 para ir a Berna. Eso sí sin dejar de cantar antes los Nikis con los amigos de Javi y con Álvaro.

sábado, diciembre 03, 2005

Fiesta en casa y paella

Pues una vez preparada la casa y llegados los primeros Erasmus, comenzó la fiesta. Al final, no vinieron tantos como estaba previsto, ya que unos (de Falaises) se me enredaron con una raclette y se les hizo tarde y otros se quedaron esperando a un chico que perdió el tren para volver a Lausanne y a lo que me llamaron ya salíamos de casa. Al final vinieron Álvaro, Pablo y Rafa (todos ellos granadinos), Roberto (mejicano él) y Mar y Mercè (Barcelona), así como amigos de Ana, Laura y Pedro. Más tarde, vinieron Javi (Erasmus del año pasado de Barcelona) y William (suizo y único no español de la fiesta, ya veis como practico el francés). La verdad es que lo pasamos muy bien y después de un rato bajamos a una súper discoteca llamada D! que la entrada ese día era gratis, aunque no estuvimos mucho rato.
El domingo, Rafa nos invitó a comer una paella a su residencia. Era la primera vez que hacía una paella, y el tío se puso a hacer no una, sino cuatro porque tenía las sartenes pequeñas, pero le salieron buenísimas. Estuvimos aparte de nosotros, los granadinos y Roberto, Juan un chico de Málaga, Pep de Barcelona, Andrea un italiano y luego los compañeros de apartamento de Rafa, dos franceses y un albanés. Nos lo pasamos muy bien. Después de comer, Pablo y Álvaro cogieron la guitarra y se pusieron a cantar. Unas risas.

Sorpresón

El jueves Sara y yo habíamos hecho 4 años. Ella me había dicho que tendría que estar en casa de 3 y 30 a 4 y 30 porque me vendría un paquete con mi regalo. Así que allí estaba terminando de comer a las 3 y 30 cuando llaman a la puerta, fui abrir todo emocionado a ver cuál iba a ser mi regalo y me encuentro con el mejor de todos, ¡¡¡Sara estaba allí!!! Resulta que había cambiado los billetes porque se suponía que ella llegaba el martes. Pero ¡¡¡qué sorpresón!!!
Además, llegó en el mejor día de todos porque esa noche hacía una fiesticilla en casa, así que bajamos a comprar y preparamos todo para la noche.