viernes, diciembre 23, 2005

Regreso por Navidad

Y por fin, regresé a casa por Navidad. Después de mirar con envidia como todo el mundo iba volviendo, y algunos seguíamos todavía por aquí, llegó el día de la vuelta a casa. En el aeropuerto de Ginebra, me encontré con Javi, el chico de Barcelona que había venido a mi piso, así que el viaje en el avión fue mucho más ameno. Nos hizo un día espléndido y pudimos sacar unas fotos espectaculares de los Alpes.
Estas dos últimas semanas fueron bastante tranquilas, sin muchas novedades. El martes 13 fue el cumpleaños de Pedro y fuimos a cenar a un restaurante español. Mucha gente se fue antes del fin de semana y los pocos que quedaban se fueron a un week-end de esquí que prepara una asociación de estudiantes. Yo no me pudé apuntar porque me quedé sin plazas y además no tenía ningún carnet que me acreditara. Además, Laura, Ana y todo su grupo se fueron a Zermatt a pasar el fin de semana para celebrar el cumpleños de Pedro, así que por primera vez en mucho tiempo, tuve un fin de semana con mucho tiempo libre. Sólo quedé el sábado un momento con Mar y con unos amigos que habían venido a verla. El martes me invitaron a la cena de empresa, a una fondue de queso (¡¡¡qué fondue!!!) en Chateau de St. Denis, un pueblo por aquí cerca y ya, nada más reseñable hasta el día de vuelta.

domingo, diciembre 11, 2005

Viaje a Ginebra

El domingo fuimos a Ginebra antes de que mis padres cogieran el avión de vuelta para España. Ginebra nos gustó también mucho. Es una ciudad totalmente diferente a Berna. No es la ciudad medieval que es Berna pero es una ciudad moderna muy cuidada. La pena es que hacía viento y el Jet d'Eau, un chorro de agua que alcanza 140 metros no estaba enchufado. Cuando llegamos nos fuimos hacia el casco antiguo de la ciudad donde (qué casualidad) se celebraba l'Escalade, una fiesta protestante donde se recuerda la victoria sobre las tropas de Saboya. Allí tenían una misa y cuando salían de ella, había gente tocando tambores con los trajes de los soldados de la época, además de una persona disfrazada de Calvino.
Mis padres
se tuvieron que ir y nos quedamos Sara y yo a pasar el resto del día y ver el resto de Ginebra. Dimos una vuelta por los alrededores del lago y la desembocadura del Ródano donde se encuentra una estatua de Rousseau. Ya nos metimos hacia dentro de la ciudad, pasamos por el teatro, la universidad, la casa de Calvino, y subimos a las torres de la catedral. Se nos hizo la hora de la comida y comimos, en un puesto en la calle, una fondue de queso con vino caliente. Ya por la tarde, nos recorrimos las orillas del lago que nos faltaban y ya fuimos a la zona donde se encuentran los edificios de las organizaciones (sede Europea de la ONU, sede de la Cruz Roja, de la OMS, OMT, de la ITU, etc. ) La verdad es que fue una mala elección porque siendo un domingo no había nadie por los alrededores y los edificios no eran muy bonitos (ya sabéis funcionales). Regresamos a Lausana y ya triste porque Sara se fue el lunes por la mañana y de nuevo me quedaba sólo por aquí.

sábado, diciembre 10, 2005

Viaje a Berna

El sábado fuimos con mis padres a Berna. Es una ciudad chulísima, en plan medieval. Su casco antiguo está metido entre un meandro del río Aare. Hay muchísimo ambiente por las calles, los tranvías son chulísimos, el parlamento suizo es una pasada, como la torre del reloj donde cada hora aparecen unos muñecos que se mueven (no los llegamos a ver porque estábamos mirando por el otro lado del reloj). Tiene la catedral protestante, aunque no es ninguna maravilla (la catedral suiza más bonita es la de Lausana), numerosísimas fuentes con el agua helada (no me extraña con el frío que hace) y, por supuesto, los osos (que son de verdad) que es el símbolo de la ciudad. Comimos en un restaurante italiano porque con los carteles en alemán, si no a saber lo que te estás comiendo. Por la tarde, queríamos haber ido a Friburgo, pero como a las 4 ya es de noche, para no ver nada mejor nos volvimos a Lausana y dimos una vuelta por el centro para irnos pronto a descansar que después de dormir 4 horas, nuestro cuerpo lo necesitaba, ya que el día siguiente íbamos a Ginebra.

viernes, diciembre 09, 2005

II Fiesta en Falaises

Pues llegó la nueva semana, y a trabajar de nuevo. Sara venía conmigo y se quedaba en la biblioteca estudiando. Así que me acompañaba en la comida donde comíamos con el resto de la gente. Después de comer nos vamos siempre a tomar algo a una cafetería al estilo Smallville donde la gente se toma un café, té o chocosat (cola cao y por encima nata con cacao). Yo me suelo apuntar a esto último, je, je. Luego algunos tenemos que seguir trabajando. El miércoles nos pasamos por la fiesta Erasmus (aquí son los miércoles), aunque la verdad no estaba muy animada, y enseguida nos volvimos porque teníamos que madrugar.
Mis padres llegaron el jueves. Se alojaron en el Chateau de Ouchy, un castillo al lado del lago con unas vistas espectaculares.
El viernes fueron a ver Montreaux y Sion, y después preparamos una raclette en casa para que la probaran. Ellos bajaron al hotel, y nosotros nos acercamos a la residencia de Falaises donde había una fiesta. Allí estaban, entre otros, Juanfran, Luis, Javi con 4 amigos venidos de Zaragoza, Jaime y Mar, pues son de esa residencia, más Álvaro, Pablo y Rafa. Estuvo divertida (las fotos así lo acreditan), aunque había problemillas con la música que no sonoba mucho, pero cuando empezaba a animarse sobre las 3 y 30 nos tuvimos que volver para casa porque madrugamos ya que nos teníamos que levantar a las 9 para ir a Berna. Eso sí sin dejar de cantar antes los Nikis con los amigos de Javi y con Álvaro.

sábado, diciembre 03, 2005

Fiesta en casa y paella

Pues una vez preparada la casa y llegados los primeros Erasmus, comenzó la fiesta. Al final, no vinieron tantos como estaba previsto, ya que unos (de Falaises) se me enredaron con una raclette y se les hizo tarde y otros se quedaron esperando a un chico que perdió el tren para volver a Lausanne y a lo que me llamaron ya salíamos de casa. Al final vinieron Álvaro, Pablo y Rafa (todos ellos granadinos), Roberto (mejicano él) y Mar y Mercè (Barcelona), así como amigos de Ana, Laura y Pedro. Más tarde, vinieron Javi (Erasmus del año pasado de Barcelona) y William (suizo y único no español de la fiesta, ya veis como practico el francés). La verdad es que lo pasamos muy bien y después de un rato bajamos a una súper discoteca llamada D! que la entrada ese día era gratis, aunque no estuvimos mucho rato.
El domingo, Rafa nos invitó a comer una paella a su residencia. Era la primera vez que hacía una paella, y el tío se puso a hacer no una, sino cuatro porque tenía las sartenes pequeñas, pero le salieron buenísimas. Estuvimos aparte de nosotros, los granadinos y Roberto, Juan un chico de Málaga, Pep de Barcelona, Andrea un italiano y luego los compañeros de apartamento de Rafa, dos franceses y un albanés. Nos lo pasamos muy bien. Después de comer, Pablo y Álvaro cogieron la guitarra y se pusieron a cantar. Unas risas.

Sorpresón

El jueves Sara y yo habíamos hecho 4 años. Ella me había dicho que tendría que estar en casa de 3 y 30 a 4 y 30 porque me vendría un paquete con mi regalo. Así que allí estaba terminando de comer a las 3 y 30 cuando llaman a la puerta, fui abrir todo emocionado a ver cuál iba a ser mi regalo y me encuentro con el mejor de todos, ¡¡¡Sara estaba allí!!! Resulta que había cambiado los billetes porque se suponía que ella llegaba el martes. Pero ¡¡¡qué sorpresón!!!
Además, llegó en el mejor día de todos porque esa noche hacía una fiesticilla en casa, así que bajamos a comprar y preparamos todo para la noche.