domingo, diciembre 11, 2005

Viaje a Ginebra

El domingo fuimos a Ginebra antes de que mis padres cogieran el avión de vuelta para España. Ginebra nos gustó también mucho. Es una ciudad totalmente diferente a Berna. No es la ciudad medieval que es Berna pero es una ciudad moderna muy cuidada. La pena es que hacía viento y el Jet d'Eau, un chorro de agua que alcanza 140 metros no estaba enchufado. Cuando llegamos nos fuimos hacia el casco antiguo de la ciudad donde (qué casualidad) se celebraba l'Escalade, una fiesta protestante donde se recuerda la victoria sobre las tropas de Saboya. Allí tenían una misa y cuando salían de ella, había gente tocando tambores con los trajes de los soldados de la época, además de una persona disfrazada de Calvino.
Mis padres
se tuvieron que ir y nos quedamos Sara y yo a pasar el resto del día y ver el resto de Ginebra. Dimos una vuelta por los alrededores del lago y la desembocadura del Ródano donde se encuentra una estatua de Rousseau. Ya nos metimos hacia dentro de la ciudad, pasamos por el teatro, la universidad, la casa de Calvino, y subimos a las torres de la catedral. Se nos hizo la hora de la comida y comimos, en un puesto en la calle, una fondue de queso con vino caliente. Ya por la tarde, nos recorrimos las orillas del lago que nos faltaban y ya fuimos a la zona donde se encuentran los edificios de las organizaciones (sede Europea de la ONU, sede de la Cruz Roja, de la OMS, OMT, de la ITU, etc. ) La verdad es que fue una mala elección porque siendo un domingo no había nadie por los alrededores y los edificios no eran muy bonitos (ya sabéis funcionales). Regresamos a Lausana y ya triste porque Sara se fue el lunes por la mañana y de nuevo me quedaba sólo por aquí.

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